Brainwritting. Una técnica con mucho jugo.

Ayer estuve probando una nueva técnica de dinamización grupal, que adapté a partir de mi libro de cabecera (gamestorming): el brainwritting o tormenta de escritos.

Se trata de una técnica muy sencilla de creatividad y de generación de ideas, pero que resulta muy efectiva y con la que conseguí que todos los participantes aportaran sus ideas y que me proporcionó mucha información en poco tiempo y con la que

Dispuse una serie de tarjetas de colores en el centro de la mesa. Algunas tenían ya información escrita, otras estaban en blanco.Las que tenían información las puse boca abajo, y en la parte de arriba de la pila. Cada color representaba un tipo de información (en mi caso estaba detectando necesidades de formación y las tarjetas de color verde hacían referencia a habilidades, las naranjas a conocimiento de negocio y las azules a conocimientos técnicos específicos del perfil).

Pedí a los participantes que dedicaran media hora a generar ideas por escrito, a partir de las siguientes instrucciones:

• Coged, en silencio y al azar, una hoja de la pila que tenéis en el centro de la mesa
• Si hay algo escrito, leed el título, y apuntad lo que se os ocurra respecto a esa idea. Podéis concretar la idea, mejorarla, completarla con nuevas propuestas, introducir comentarios o valoraciones, etc. Cuando acabéis, dejad la hoja otra vez en el centro de la mesa y coged otra.
• Si “os toca” una hoja que ya ha sido desarrollada por un compañero/a leed lo que ha escrito y si se os ocurre alguna otra cosa, añadidla. Sino, volvedla a dejar en el centro de la mesa.
• Si se os ocurre una idea nueva, apuntadla en una hoja en blanco y dejadla en el centro de la mesa.

Una vez transmitidas las instrucciones y aclaradas todas las dudas, expliqué las «reglas del juego«:

• Trabajo individual
• Silencio absoluto
• Letra clara y legible
• Contribuir a las propuestas generosamente
• Construir sobre las ideas de los otros.
• Desarrollar y mejorar sin crítica
• Espontaneidad
• Dar rienda suelta a las ideas
• Lo que importa es la cantidad de ideas generadas

En algunos grupos costó un poco empezar a escribir ideas, pero a la que empezaron, todos los participantes se pusieron a escribir, a leer lo que habían escrito otros, a añadir nuevas ideas… Se levantaban y buscaban entre las hojas que había en el centro de la mesa, removian entre los papeles, buscaban alguna hoja que les generara una nueva idea,  escribían, pensaban … y todo en absoluto silencio.  Yo, mientras tanto, iba moviendo las hojas del centro de la mesa al azar, repartiéndolas para que la gente pudiera ir viendo lo que habían escrito los demás y completando la información.

Al cabo de una media hora empecé a recoger las tarjetas y las fui colocando en un panel, agrupando las ideas similares. Entonces, di a los participantes tres pegatinas redondas y les pedí que las pusieran sobre aquellas propuestas que les parecieran más importantes.

A partir de esta información abrí un debate, en forma de focus group, para ir complementando las ideas y concretandolas.

Fue una sesión muy fructífera, con muchísima información y en la que todo el mundo aportó sus ideas y lo pasó bien. Seguro que repetiré la técnica.